divendres, 31 de maig del 2013

ENTREVISTA A MANOLO VIDAL EN EL DIARI LAS PROVINCIAS







Manolo Vidal tendrá que conformarse con quedarse en la oposición. La fallida moción de censura mantiene en el gobierno a nacionalistas y socialistas. Un día después del polémico pleno, Vidal lamenta la actitud de Carmen Canet que, según dijo, rozó el «despotismo», así como los insultos hacia el alcalde de Gandia, Arturo Torró. Tampoco le hizo nada de gracia que el dirigente socialista José Manuel Orengo «interrumpiera» varias veces la reunión de la mesa de edad.
-El miércoles no prosperó la moción de censura que había presentado su grupo junto con Karina Vercher ¿Qué puede pasar ahora?
-El PP ya ha iniciado medidas legales. Hemos pedido que se acate la decisión judicial que marcaba medidas cautelares para la reincorporación de Vercher a EU e interpondremos una demanda contra la socialista Carmen Canet por su actitud en el pleno. En pocos días podremos volver a celebrar el pleno y votar la moción para dotar a Tavernes de un gobierno estable.
-¿Podría explicar el porqué de interponer una demanda por lo penal contra Canet?
-La regidora socialista no estuvo acertada. Desautorizó el pleno a sabiendas de que había un informe del secretario del Ayuntamiento que verificaba la legalidad de la moción. Ella misma votó a favor de incorporar a Vercher a EU y por lo tanto la moción presentaba todos los requisitos legales. Aun así se opuso a que se votase en pleno. Podemos estar ante un claro delito de prevaricación. La actitud de Canet, desatendiendo el ordenamiento jurídico, puede derivar en ser la primera concejala de Tavernes imputada por prevaricación.
-¿Cree que se aprovechó del privilegio que le aporta ser presidenta de la mesa?
-Creo que la edil socialista estuvo mal asesorada. El cargo de presidenta de la mesa de edad no atiende a un partido político, es una designación personal por ser la persona de más edad de la Corporación. Ella no puede convertirse en juez y dictaminar por su cuenta contra un informe técnico y unas medidas judiciales muy claras. Canet buscó protagonismo y puede haber incurrido en una falta grave. Lo lógico hubiera sido permitir el pleno y después acudir a la vía legal que considerase.
-¿Cómo vio a Canet en el pleno?
-Rozaba el despotismo. Llamó la atención al grupo popular simplemente por pasar unas notas en silencio a uno de sus concejales. No permitió un trato equitativo con respecto a la componente más joven de la mesa de dad. Canet habló hora y media y la componente más joven, unos pocos minutos. Impidió cualquier réplica e incluso llegó a mirar desafiante al personal de los medios de comunicación por estar haciendo su trabajo. Fue una actitud poco propia de ella misma.
-¿Le sorprendió ver a tanto dirigente político en el pleno?
-Me alegró ver que la comarca se volcaba con Tavernes, lo que no me alegró fue ver cómo los convocados por el bipartito increparon a los dirigentes comarcales del PP cuando salieron del Consistorio. No me alegró ver al señor Orengo interrumpir en varias ocasiones la reunión previa al pleno que realizó la mesa de edad. Si esas interrupciones las hubiera protagonizado un dirigente del PP se cargaría contra él, pero el señor Orengo se paseó como Pedro por su casa por el Consistorio de Tavernes. El talante radical de quienes se dicen progresistas quedó muy patente. Le chillan al alcalde de Gandia, Arturo Torró, que está arreglando los estropicios que dejó Orengo y, en cambio, permiten a este que mueva los hilos de la política de Tavernes cuando puso en la bancarrota a Gandia en las pasadas legislatura.
-El alcalde, Jordi Juan, consideró que el ejecutivo salía reforzado tras fracasar la moción. ¿Está de acuerdo?
-En absoluto. Creo que el señor Juan desvía la atención del gran problema de ingobernabilidad en el que ha sumido a Tavernes. Preside un gobierno en minoría, sin presupuestos, sin rumbo claro y con un pasado lleno de polémicas. Han sido dos años de recortes, de nulas inversiones, de una gran presión fiscal sobre los vecinos. Han sido dos años de freno, y pese a lo que diga el señor Juan, la realidad es que hoy el Ayuntamiento tiene una mayor deuda global que cuando acabó la pasada legislatura.
-¿Cómo quedan ahora las relaciones entre gobierno y oposición?
-En el mismo punto que antes del pleno. Con un gobierno débil e incapaz de atender las necesidades del municipio. Lo personal se debe quedar a un lado y no mezclar la vida pública con la privada. La justicia dirá. Nosotros vamos a seguir trabajando por dotar a Tavernes de una estabilidad necesaria.